¡Hola a todos! Si me habéis leido en el intro ya me conocéis, soy May. Ahora dejémonos de presentaciones y empecemos con el juego, que es lo que importa de verdad.

Voy a escojer el nivel normal, principalmente porque me conozco y sé que si lo pongo en experto voy a tardar el cuátruple en actualizar.

No olvidéis el vasito de vino.




¿Alguna vez os habéis despertado en una limusina decorada de azul? ¿Y que lo primero que veas sea a un hombre que parece el hermano perdido de mosquito? No es una experiencia que recomiende, la verdad.


Aunque bueno, por lo menos el señor es educado.



Al final va a ser verdad eso de que si no lees los términos y condiciones terminas vendiéndole tu alma al diablo o algo.


No veo por qué no. Al fin y al cabo el hombre se había presentado, no voy a ser yo menos.


Kaoru es el nombre que suelo ponerle a personajes masculinos sin nombre predeterminado. Y Narukami es el apellido del protagonista en Persona 4 The Animation, que además me gusta más que el nombre que tiene en el manga.


Ya sé que no es el nombre más varonil del mundo, ¿vale?



Con un movimiento de la mano, el señor Igor Mosquito hizo aparecer unas cartas sobre la mesa.


Qué va. Mi madre dice que eso es para viejas. Aunque a veces me pongo los programas para hacer la siesta.


Aunque no sé, tal vez debería empezar a creerlo si el que me echa las cartas puede moverlas sin tocarlas.



Es una interesante manera de verlo, sí.



¿Cómo de inminente? Porque si te refieres a súper inminente, tal vez deberíais ir a ver si el chófer sigue despierto. O vivo.



Qué terribles me han salido las capturas de esta parte, en serio.



¿En serio? Aunque tal vez ya lo sabía...


Serías el peor empleado del mundo en una agencia del viajes. Lo sabes, ¿verdad?


No descargarme más programas piratas y no volver a tomar dos litros de refresco antes de dormir. Bien, me lo apunto.


Eso no suena demasiado bien.


Y eso no me anima demasiado, la verdad.


Volviendo a hacer uso de su habilidad mágica, Igor Mosquito hizo desaparecer las cartas de la mesa.


Yo ya estaba empezando a pensar que era un maniquí para no sentirte solo o algo...


De perfil su nariz parecía aún más inhumana. Tuve miedo de que se la clavase en el codo a la pobre Margaret o algo.


¿Tu ropa está hecha con el mismo material que el asiento...?


¿Eso significa que de verdad tengo que volver aquí?


Y dicho esto, todo se volvió negro... Y me prometí a mí mismo no volver a comer nada hecho por mi padre antes de dormir nunca más en la vida.







Una idol conocida y un refresco bajo en calorías, la combinación definitiva.


Aquellos días, lo único de lo que se hablaba en la televisión era del romance de una presentadora de televisión con un político casado, o algo así. Entiendía que lo pusieran en los programas del corazón, pero no me cabía en la cabeza por qué era lo suficientemten importante como para salir en las noticias locales...


O como para que todo el mundo estuviera hablando de ello.



Ni siquiera en el metro podías librarte de las televisiones gigantes.




Honestamente, yo tenía cosas más importantes en las que pensar.


Es una lástima, pero en los flashbacks no se captura demasiado bien mi expresión de dolor y de tristeza extremas por despedirme de mi vida en la ciudad.


Aunque el profesor tampoco parecía demasiado apenado, la verdad.





La gente suele decirme que no soy muy expresivo. No entiendo por qué, la verdad.



Un viaje de más de dos horas en metro y en tren no dan para mucho más que para mirar por la ventana, especialmente con mi poco equipaje.



Ni en la ciudad más rural del mundo se libraban de los cotilleos.




Y estas eran las personas con las que vivía durante ese año.


Y esa la esposa del... No, ese no es el punto en esta presentación.


En fin, del metro al tren, de la ciudad a la montaña... No creo que haya mucho que contar.


Excepto por la extraña imagen en mi cabeza en la que estaban golpeando a una mujer, tal vez.



Como podéis observar, esas visiones que parecían sacadas de una televisión me inquietaron bastante.





Aunque bien pensado, posiblemente fue Igor lo que más me inquietó de todo.


Puede que esté perdido en medio de la nada, pero Inaba al menos tenía un escenario bastante bonito.



Y así, finalmente llegé a Inaba.


Por favor, ignorad el pelo y la ropa transparentes en las capturas siguientes. Ya os he dicho que el emulador y yo solemos pelearnos.

Hace un par de capturas, no habría imaginado que fueran tan puntuales.


Bueno, gracias. Pero no creo que haya nadie que salga bien en su foto de carnet, la verdad.



Me acuerdo de ti, eres el tío que solo me regalaba calcetines por navidad y unos más feos por mi cumpleaños.

4
Bueno, digamos que la pubertad me ha dado algo más que granos en el trasero.



Pobre niña. Mira qué calcetines más horribles.




...nas.



Apenas la conozco y esta niña ya me cae bien.


¡Pero ahora no pares! ¡Véngate! ¡Por los celcetines!




Y dicho esto, los tres nos dirigimos al coche de Dojima para ir a su casa...
O eso debimos haber hecho, porque alguien se había bebido su peso en refresco mientras esperaba.




Así que fuimos a una convinente gasolinera, en el Distrito Comercial Central de Inaba.




No, no era yo el que se estaba meando. Era Nanako. Yo tengo una vejiga mucho más resistente, como de protagonista de RPG.



Insisto, tengo que darle una galleta a esta niña cuando su padre no mire.

El chico que nos atendió parecía bastante amigable. Aunque a eso en la gran ciudad se le llama "ser un vago al que le da pereza seguir trabajando".



Ni lo pienses, chaval. Si trabajaras ahí ya estarías despedido.



Así me gusta, siendo eficiente.


Diciendo esto, Dojima se fue a fumar, dejándonos a mi y al chico de la gasolinera solos casi como si lo hubiera hecho a propósito.



Me sorprende como no me das tiempo de responder una pregunta y ya estás lanzándome otra.


No le estás dando demasiada buena imagen al sitio, la verdad. Espero que Igor y tú nunca montéis una agencia de viajes.


Oh, ahora sí que estás hablando un idioma que los dos entendemos.


Si hay tan poco que hacer por aquí, tal vez sea una buena idea y todo.


¿Por qué tan de repente? ¿Solamente tenías que hacer publicidad del sitio? ¿Ahora que Nanako ha vuelto no te interesa ofrecerme trabajo?

En cuanto el chico se fue, Nanako se quedó mirándome...


Y de repente sentí un extraño dolor de cabeza. A lo mejor la niña me había echado un mal de ojo o alguna de esas cosas que hace la gente de pueblo.


¿¡Qué me has hecho, niña!?

Nanako: Es un truco. ¿Quieres que lo haga de nuevo?


Y tú que me parecías mona... Te tengo vigilada.


Aunque pensándolo un poco mejor, podría ser que simplemente estaba cansado por el viaje. Ahora que Nanako lo mencionaba, me sentía un poco mareado...


Cuando Dojima volvió, nos dirigimos hacia su casa, la residencia Dojima.
Durante todo el próximo año, este sería mi hogar.



¿Qué mejor manera de celebrarlo que brindando? Aunque a Dojima no le parezca buena idea dejarme sacar el champán y usarlo para debilitar los poderes psíquicos de Nanako.



Pa arriba, pa abajo, pal centro...


Pues no tengo ni idea. No me suelen decir en qué están trabajando. Parecen salidos de un videojuego, ¿a que es curioso?


Técnicamente, soy casi mayor de edad... Ya puedo ir a la cárcel y todo.



Es agradable ver a alguien tan amable, aunque tenga un horrible gusto por los calcetines y su hija sea la encarnación del demonio.



Itadakimasu!



Vaya, qué teléfono más oportuno.


Tu padre responde el teléfono como si fuera el protagonista de alguna serie de policías, Nanako.


....


¡No es de buena educación levantarse cuando estamos comiendo!


Suena como una conversación bastante importante...


...


¿Y qué hay de la comida familiar?



Bueno, si podemos comer, entonces no te diré que no. Buen viaje.


Espera... ¿¡qué!? ¡No! ¡No me dejes solo con esta niña!


¡Tengo palillos y sé cómo defenderme con ellos!


¡Siéntate antes de que te practique una de mis técnicas secretas de kung-fu!




¡Vuelve, por favor!


Después de que Dojima se fuera, me quedé solo con Nanako. Al principio temía por mi vida, así que me agarré a los palillos con toda la fuerza posible.


Aunque por suerte la niña usó sus poderes telepáticos para encender la televisión y desviar sus instintos asesinos de mí.



Pues sí que llueve por aquí... Y eso que es primavera, oye.


Ahora que estaba solo con Nanako, tal vez sería una buena oportunidad para hablar. Tal vez si le caía bien no volvería a echarme un mal de ojo como en la gasolinera.


Su padre sonaba como un jefe de la mafia hablando por teléfono, así que parecía un buen tema de conversación.


Oh, ahora tiene sentido. Lo de las llamadas repentinas y todo eso.


Déjame adivinar...


¡Hombre ya! ¿Es que no hay cosas más interesantes que poner en las noticias? ¿El hambre en el mundo? ¿Las guerras? Vale que sea un político, pero ya habéis puesto esta noticia como cinco veces en el día.


Y eso de meter a la esposa y cantante de enka es solo para darle más morbo.




Bien, por lo menos la niña endemoniada piensa como yo.




Nanako, te estás cargando el engrish.


Qué rápido cambia de ánimo esta niña.


Después de cenar, decidí dar una vuelta para conocer un poco la casa.


Nanako no parecía tener ganas de hablar, así que la dejé viendo la tele.


Si iba a investigar la casa, obviamente tenía que investigar la nevera antes de nada.
Dentro había un poco de arroz frito.



Si es gratis, sería grosero por mi parte no comerlo


Aunque no sabía a absolutamente nada. Pero por lo menos terminó en mi estómago y no en la basura.


La cocina no era especialmente grande. Tal vez alguna vez podía hacerme la comida para el instituto si tenía ingredientes...


No era una casa demasiado grande así que no había mucho más por ver. Lo mejor que podría hacer sería irme a mi habitación.


Al igual que el salón, no era una habitación especialmente grande. Posiblemente fuera el estudio o algo así antes de que llegase yo. Aunque no estaba mal, podría acostumbrarme a vivir ahí rápidamente.


Ya tenía mi futón listo, así que decidí irme a dormir pronto y descansar. Había sido un largo día de mudanza, y además mañana empezarían las clases en un instituto nuevo.




Ugh... Qué dolor de cabeza...


¿Esto.... es un sueño? Porque no se parece a mis sueños normales.


En mis sueños normales ahora normalmente aparecería algún muñequito inflable o... Quiero decir, unas bailarinas exóticas.


Con mi pose causal y nada ensayada, examiné un poco el lugar. Llegé a la conclusión de que estaba lleno de niebla.

Y ya está.

Así que decidí que lo mejor que podía hacer era seguir hacia delante. Porque obviamente ir hacia atrás no era una opción.



Era un lugar bastante extraño, la verdad. No sé si era por el campo de fuerza, porque era un sueño, o por la niebla, pero aunque pisara sitios donde no había nada no me caía. Misterioso e inquietante.


Entonces, escuché una voz en mi cabeza. De nuevo. Algo de lo que había comido últimamente no era de buena calidad, pensé.


Ya que lo único que podía hacer era seguir avanzando, eso fue lo que hice.


De nuevo la voz sonó, aunque ahora estaba mucho más cerca.


Y de repente me encontraba frente a una puerta. ¿Esto era "la verdad"? ¿Una puerta?
¿Por qué se me hacía extrañamente familiar?



Bueno, lo importante era que podía sentir a alguien detrás de la puerta, así que tenía que continuar, ¿no?


Así que decidí abrir la puerta... Y enfrentarme a lo que fuera que estuviera ahí.


Aunque todo estaba demasiado lleno de niebla como para poder ver nada...



¡Pues eso haré!


No entendía del todo lo que estaba pasando, pero seguí mis instintos...



Tantos años jugando al Final VII para esto.


¡No me llaman Kaoru vista de lince por nada!


Esta vez, intenté probar algo diferente...



Aunque no dio demasiado resultado.




Bueno, poquito a poquito...


¿¡Que no!? ¿¡Que noooo!?


¡Vuelve aquí! ¡Ahora te enseñaré lo que es bueno!



Uhhh, ¡qué miedito, la nieblecita!


¡Cómete esta!


Cagoenla...


Ahora no te me pongas filosófico. ¡Poner la niebla es trampa!



¡Mi pokémon y yo te vamos a dar pal pelo esta vez!


¡Me cago en la hostia!




¡Más te vale que no volvamos a encontrarnos!


¿Alguna vez habéis perdido la consciencia en un sueño? Es bastante confuso, sí.




En el próximo capítulo, esto se pone intenso.